ARTE ROMANO

INTRODUCCION


El periodo de esplendor del arte romano abarca los dos primeros siglos del Imperio. Pero ya a principios del siglo II de nuestra era, desde el tiempo de Adriano (año 117), se inicia la decadencia del buen gusto que se acentúa en el siglo III y se confirma en el siglo IV por efecto de cierto barroquismo o irregularidad y pesadez en los estilos aunque aumente el fasto y la magnitud de las obras. A causa del profundo centralismo ejercido por Roma sobre sus provincias en todos los aspectos de la vida, se originó un arte muy uniforme sin que pueda hablarse de escuelas provinciales, al menos durante la época imperial. No obstante, dada la amplitud del Imperio y su constitución en diferentes momentos, no existe una contemporalidad cronológica.







En cuanto al reflejo del arte romano en la Bética cabe decir que, al ser ésta su lugar de asentamiento base, se observa una gran influencia de los rasgos del arte romano en ella.
En la Hispania romana se han descubierto numerosas manifestaciones artísticas romanas, entre ellas nombraremos los restos arquitectónicos de lo que fueran las planificaciones de algunas de las más importantes ciudades hispanorromanas, como Gades en Cádiz, Itálica, cerca de Sevilla, Emérita Augusta (Mérida), Caesar Augusta (Zaragoza) o Tarraco (Tarragona). En España subsisten algunos restos arqueológicos de templos de época romana en las ciudades de Barcelona, Mérida, Córdoba y Sevilla.
En cuanto a los edificios destinados al ocio las ciudades de Tarragona, Sagunto y Toledo pueden hoy día contemplarse algunos restos de antiguos circos y puentes de origen romano.

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